sábado, 13 de diciembre de 2008

Recorra un momento el todo

Suficiente. Apártese de mi, y usted también caballero (término que fue incluido en mi vocabulario en un día cualquiera y sin mucha conciencia).
Poemas son acompañante para una vida, estilos son los colores que llevan las alas de las mariposas, las gaviotas, los ángeles y el osito lleno de cicatrices. Actores son en el fondo los personajes, los que existen en mis novelas a medio tejer, tan solo en la mente, y sin rumbo, (resáltelo usted solo)sin rumbo.

(Instrucción: léase esto en voz alta y a solas)
Soy o no soy, punto pendiente de cada latido
A donde, quién, quizas la muerte
Monologando… ¿creo en la muerte?
Es fácil saber que hay algo a lo que todo el mundo llama muerte
Es fácil hallar en ella el temor mundano
¿Qué es la muerte?
Y en su opuesto… vivo o muerto
Hasta que la…
…nos separe.
¿Ya no te acuerdas de mí?
¿Omitiste ese pasado fructifobico?
Qué más da… de todos modos no me oyes
¡No vale la pena que me oigan!
Y si estuviera presente alguien
Este monólogo no habría servido
De todos lodos igual nunca atisbamos a vislumbrar
V-e-r-d-a-d-e-r-a-s palabrejas

(Instrucción 2: silbe algo que parezca música clásica)
(Posdata: aprenda a silbar, ayuda a pasar el rato y sino cómprese una pelotita antiestrés… que realmente me vuelven loco, ¿me estresan?)
Luego de haber omitido la presencia de gente, sírvase a subir a una combi. Si, usted que lo hace a diario, o pituquito que no lo hace, imagínela, con sus olores y sabores, con día laborable o feriado, con parejas o sin ellas, con gente parada o a medio llenar, y por último, con su pié derecho (averigüe).

Después de olvidarse de donde está, retorne, bájese, este es su mundo, esto es lo que se le ofrece, y tómelo. No témale, sino tómelo, con sus besos y montañas rusas (se dice de carritos de suben y bajan, no todos los rusos están locos), con todas sus estaciones (verano, de trenes, otoño y de buses) y con todos sus futuros (escogiendo siempre el presente)

miércoles, 22 de octubre de 2008

Por lo retenido de mi vida

Rendirse es caer
Las alas
No llegaron a abril 23
Y por un equilibrio recuerdo
Las fechas
Ayer, hoy y mañana
Las discusiones siempre adecuadas
Que suplican a la penumbra
Tu rostro que juraba
El mío sobre el juramento
Construía un camino
Al que no pertenecía en la soledad
Era nuestro verano
La luna que el alma sostiene
La ventana hacia el mundo
Saber que esto…
Sentir
Prefiere llenarse de mar
Redimirse de la quietud, mi renacer
En tu boca ansiosa
De mi vida contigo

Ausente yo sobre el teléfono
Fortaleza que ulula en el horizonte
Dime por la silueta de tus manos
Lo que los abrazos cuajan
Como el tacto que siempre recuerda
Lo que el llanto
La débil corporalidad
El extravío de tu ausencia
Dejó entre un puñado de arena
De regalos
De aviones
Hasta un imposible perdido

jueves, 16 de octubre de 2008

Cachetada doble

Mi capitulo ha capitulado en esférico movimiento
Soy el entrampado, cuando en la prisión hizo efecto
Un relámpago que lo hirió en su vena
Tras la fresca brisa pospuesta a la noche
De un martes azaroso
Rozando rosas de antemano
La libertad cruzo entre ellos
Las espinas treparon sobre mi mano
Las heridas sobre mi piel
Las hendiduras del alma sobre un cuaderno

Antirreflejos durmiente
Una protuberancia de mi submundo
Y caer a un abolido raciocinio

Fuego cobrizo, escala de lo todavía piano
Reseteado un afortunado estornudo
Velos y guiones
Caramelos que son para despedirse

Batallando las
Preguntándose los
Bebiendo de ese silencio
Aquel
Pero existe en la cima de la luna una cobija
Abanicándose
La reiterada musa, curvilínea de reencuentro
Azul de lo púrpura
Naranja de lo rojo
Y en todos sus sentidos contrarios
En sus sentidos pésames
Los ratitos para la musa
Que permanece, felizmente, acorazada
En el panal, como la obrera de todos mis sueños
En el panal, como guardiana de mi locura desde un pantano
Hacia una criatura huraña y desquiciada
Entre chalinas para la caminata nocturna
Entre abrazos sin cura
En el panal, como reina
O escala de grises
O escalones de brisas
O escolares de tiempo
O, para mi, revivir, añorar, vislumbrar
Amiga eterna de lo imposible
Imposible actriz de mi cuadra
Gatitos seguidores de una pirueta
Balcones… tus y mis balcones al mundo

Refuerzo de la mirada
Revierten caducos días
Y pienso volver, en el otoño
Resistir el verano
Embellecer el invierno sin caracoles
Primaveras atónitas
Combaten las cucarachas con mis pasos de ballet
Luchan los desagües con mi llegada al circo
Atacan los navíos porfiados en el caballero de capa y espada
Jurándote extinta
Caí en la tinaja de mis ríos
Desperté para mayo cuando tu mano me rescató, rescatará
Ella y sus cabellos
Ella y sus penumbras en mis gotas

Y estos versos no son.
Después, recién llegaran a ser
Cuando los arrugue para que se escondan
En tu ombliguez.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Él, parque y ayer

Tenía la esperanza suspendida en el aire mientras caminaba la quinta cuadra desde que había salido de su casa. Lo carcomía la intriga y sin pensarlo el cigarrillo se estaba esfumando entre sus dedos. Alrededor de su cuello iba la bufanda casi negra, síntoma de todos los inviernos desde que llegó a esa ciudad. Surgía, al girar en la esquina, el parque enrejado, con sus árboles desnudos, las escasas y muy marchitas hojas restantes de meses anteriores. Un parque maquillado entre la neblina parecía haber olvidado sus épocas de rebosante júbilo, de niños en sus correteos habituales, de jóvenes de la mano, de ancianos dejando pasar el tiempo o gozando que el tiempo ya no los persiguiese, era un parque sumido en el ocaso. Los restantes eran, pajarillos diminutos con trinos de suicidio, una persona condenada a hacer las labores de limpieza de ese parque todos los días de su vida, un loco o borracho reposando entre arbustos húmedos y tiesos, y él.

Aquella musa: cofre de las utopías (título en borrador)

Es perfecto, un atardecer que por la calle se acercaba como un sol bajo nosotros, un atardecer que gritaba la libertad sobre el corcho en un pequeño apunte de alguna cita. Así la música de conmemoraciones táctiles, de agitaciones sobre el gramado, de la rabia que se posaba en la chapita de cerveza nocturna, me llegaba desde un parlante impropio.
Pero estábamos recién saliendo de las casas respectivas, faltarían transeúntes, faltarían buses y embustes, pero la repetición nunca nos hartaría. Quebrado estaba en ropón de una vitrina, pensaba sobre lo efímero que de pronto era el mundo y no llegaba a saber que clase de vacío era el que tocaba después de uno muerto, pero me causaba horror, me causaba placer también saber que existía algo mas allá de la vida que me traía tanta intriga acumulada, tanto como el sabor y la fecha del próximo arroz con leche.
Una tarde, sin fértiles abrazos caí en el césped, humareda de vegetación, reviviendo en la mariposa naranja de bufanda una conversación con el alma de mi astro favorito. Como cinco años y un circo, como el andar al pie de la avenida, con los frenesíes del equilibrio y los charcos de agua. Al otro lado de ese recuerdo reposaba, entre la selva, un viaje de la mente, la predestinación de los rojizos, de los azulejos, de los cielo estrellado, de los cabaña de madera.
(seguira cuando me provoque)

sábado, 12 de julio de 2008

Cubo mágico

Crecen los sueños
Se maduran en la cortina
Mar abajo tiritando los esmerilados cantos
De una sirena digna de la precisión de la mejor flecha

Reencuéntrenme en aquel año protuberante de mi pasado
Guisado de la mañana recorriendo el barrio
Dibujante de la pesca desde el ahora cementerio
Añicos sobre una ventana ojerosa
Sobre la ciudad verdadera
Y en extinción, aquí
Revuelve ya
Revive

Calor de versos gigantescos
Grafitos erróneos para amarte
Luchito escrito en ladrillos blancos
Película de un escritor secundario
Poemas grandes, frases maduras
Manzano que tiene frontera
En la misma guerra llamada
LIBERTAD

Conquistas sobre la arena
Mar en fragmentos
Las viejas fotos en Huanchaco
Conchitas artesanas del tiempo
Moldean la caricia
Como pluma estrujada al alba
En rastreos a la burbuja quieta

Dame
Ojos enteros
Que yo vuelvo
Tus ojos inmensos sobre la luna

Pide
Toma mis tierras
Asalto en un atardecer nuestro

Suena fértil un limo de sangre
Violín arquetipo de una boca
Que se amaba y quedó sobre la taza
Piano, seguimos delante de flores rosadas
Sonrojadas por las hadas
Que hacían mudanza constante
Entre dos fuertes pasos, corazonadas, labios
Juegos secretos de la mano

jueves, 3 de julio de 2008

Portal rocoso en el pantano

Planetas para despedir un junio pendiente
Deleite de aquellos nobles
Sigue la calle y yo no la camino
Tiraría piedras sobre la laguna
Que se escapa al apaciguado horizonte
Tres cuadras hacia menos
Tres cuadras en la incógnita, despiste

Hoy confirmo la boca de serpiente
Y me dejo engullir por la costumbre
Es mi cuerpo mi único ser desperezado
No valía la pena más allá de la tumba
Ironía. Y su rabia. Y su intriga.
Me siento un hombre, tan hombre
Que he ganado cobardía, que suspiro aquí
Delante de toda la ceniza, esperando
El fénix-cadáver de mi alma
Que no vuelve a aletear

sábado, 28 de junio de 2008

Oyendo el insomnio

Fumabase a si mismo el tiempo
Esponjoso y de barrio
Río abajo
Rió bajo
Y se mofaba de oleaje de locura

La calle y mi cabeza mojada
Mi mayor desnudez a cada instante
Y mas oculto dentro de mí

Yo mismo

Pretende estática armonía
Suenan los huecos y los coches velocistas sobre su inmensidad
Corroen la despedida de la llovizna

Mendiga dentro de la misma protuberancia
Un coracol
Un carazon
ARDE
CRUGE

Revuelto de mis miradas, ojos, mis cabellos empiezan
Y también en su mismo final

ARDE
URGE

Tremenda luminaria que pateara el destino
Destino adverso
Destino inexistente
Destino directo al mismo verso

Vía que seguiré llorando por dentro
Avenida que sangra
Una luz, parpadea y confunde transeúntes
Salta
Viva
Muerta
Salta y no suelta, la mano de su amado
El destino
Retorciéndose de un disparo en algún otro planeta
Es una certeza
O…

domingo, 22 de junio de 2008

Niñez, paseos entre bellos años

Calle de cartón
Caja estéril de un cartón ondulante
Pasivo y puerto de basura
Percibe el asfalto como sábado
Como madrugada, pergamino
Y movimiento soleado

UN animal
UN triciclo

El animal es la metamorfosis de su propia soledad
Acurruca y pelaje largo y longevo
Dentro de la caja inmunda
De los cartones

Desierto
Y por su andar dudoso
La calle pesa mas que siempre
Repugnante sopor acude hasta todas las ventana
De los aún dormidos


El triciclo
Ayer por la tarde viajo de planeta en planeta
Un apasionado niño del universo
Acudió a su misión astronauta
Logro salvar el mundo, la tarde
Entretenido

Regresando al mundo
Heroico, tan heroico como sin miedo
Fue a dar aterrizaje en un desnivel a cinco pasos de su casa
Estrepitoso

El sorprendido espectro que surcaba el descampado de asfalto
Se dio cuenta de que un niño no lloró esa tarde

Dejo dos gotas de su rodilla maltrecha al lado del triciclo
Se incorporo
Con todo su enigma corpóreo
Algo rabioso
Sacudió polvo y la casa lo esperaba entre franelas


El animal llegó hasta la nave espacial
Y olfateo las dos gotas de combustible
Escogió una
Con un caudal lento
Estrujo su dedo contra la pista desafortunada de aterrizaje
Y la recogió
La guardo consigo como ternura, como inocencia expandida
Y la otra la dejo como un recuerdo de vida
Hasta que dure la calle

viernes, 20 de junio de 2008

Asterisco de miel

La noche que acaricia todo
En el corcho esta la cita luná-tica
Y salgo a caminar entre gatos
Zurdos y a veces tímidos
Dos en la madrugada
Los búhos, ojos fantasma
Imágenes de los ríos invasores
Post Lima que me mantiene en su manto
En su oculta rabieta de metrópolis

Al rescate y lo rescatable
Juegan los espíritus reprendidos
En la prisa, la agitación, el orgasmo citadino
Desprovisto de una mente, un café y buenas almohadas

Volvamos a lo nuestro
Notas pendientes
Y olvido que los sueños quedan colgando
En la habitación
En su cárcel desarticuladora y retroalimentada
Caducan y sobreviven
Un exilio realmente muerto
He ahí donde quedan los sueños

Pero a veces quedan excepciones
P a r a algunos
No se saben albures
Oídos entre la llovizna
Aúllan sueños, los que valen

viernes, 30 de mayo de 2008

Atardeciendo para todos (mientras reimos calmados)

Tengo más para nosotros
Lo aprendí de ti, de tu ausencia
Que se mecía en el recuadro

Nunca me gusto estar aquí
Menos estar aquí y ser aves
Con sus migraciones variadas

Si empiezo reflejarme de nuevo en los espejos
No querré…

Y que vuelvan las caricias del público
Las luces de la luna cuando caminamos
Cuando son sinceros y rebeldes
Cuando hago homenaje al pasado
Y si partieran a ser como todos
No quedaría el atolondramiento
Solo la calma que clama por volver

Se cierran en tus narices
Y la mente esta nuevamente en vuelo
El eterno domingo
Y dos horas a la tarde
Pasa con nosotros, nos envuelve frenética
La sencillez de tus ojos

Saber que los viajes tienen retornos posible
Que tienen sus…
Esperándote andaba
Dentro de los nuevo cuadernos
Atados para chorrear escasas palabrerías
Estanterías, y mueblecitos de dulces
Chocolates cuadrados y tiernos
A rayas el cielo al final de la tira cómica
Gris y grasiento, pero hoy, agraciado
Ahora los aviones son cualquiera
Y en la química del futuro
El chocolate se derrite en los labios

martes, 27 de mayo de 2008

La noche balanceada

Cuando mi cuerpo asistía a mi niñez aún tradicional, de trámite y alegre, no era capaz de quedarse más de un día despierto, salvo en las primeras fiestas de año nuevo en que uno se aferra al ejemplo de los mayores. Pero hoy es diferente, ya tengo 18 años, supuestamente estudio y pase de domingo para lunes como si nada, sin el abrir y cerrar de ojos.

En teoría hay muchas lecturas por delante y tenía serias intenciones de avanzar un poco, pero es fácil arrancarme la seriedad, y más todavía cuando tengo ganas de perderla. La historia de unos cuantos españoles en 1533 no era de mi agrado para esta noche, talvez nada era de mi agrado en esta noche, sólo el hecho de tirarme en mi cama, con pequeños y antiguos poemas, podía satisfacer las horas en que el cuerpo adquiría una rotunda negación de irse a dormir.

La lámpara permanecía encendida toda la noche, se incitaba, abofeteaba, daba de beber agua sin salida, penetraba la oscuridad de la media luna en un barrio que abandonare el sábado. Quisiera seguir llorando, saber que soy mucho menos que hace unos años me desgarra lentamente, no es solo transito por mis ideas, ahora ya es un hecho. Estoy cayendo, y mi sonrisa próximamente se paralizara como la ironía. A nadie le deseo vivir sin el despertar continuo, mi cuerpo, mis aromas en la memoria, los paisajes del caminante, caen en el cesto de la ropa, hoy estaban muy sucios, y ayer, y lentamente fueron enlodados por meses sin darme cuenta, ahora solo quiero saber como juega el futuro.

Hay una gatita, hay un ovillo de lana, y el hilo comienza con el cordón umbilical, y la vida se va paseando según como empujen y jueguen las patitas tiernas con una bola que suelta hilos de diversos colores en sus diferentes tramos, y se enreda, y cae por las escaleras, y se atraca, y la gatita deja de jugar con el ovillo, y la gatita vuelve un día, y otras veces se pierde todo, y volvemos por un mismo camino, y fin, y comienzo.

Comenzó a amanecer, un sol y una luna que no rozan mi habitación, perdidumbre.

lunes, 26 de mayo de 2008

Mi casa, durante el refugio de la orilla (Respuesta a Cesar Moro)

He caído en el mar
En su superficie con la mirada
En sus diamantes
Pequeños, salados
Con el tacto.

En las proximidades
Al final izquierdo de la playa,
La playa desierta,
Hay dos puentes, un arco, unos geranios
Un balcón de madera (mas bien una terraza)
Donde el tiritar de las peñas se escucha
Y detrás de ellos, detrás del vidrio
Un café caliente
Quizá la chimenea de invierno
El escritorio, mi soledad y los libros.

Los pastelillos con su aguijón
Los atardeceres
El recuerdo de 18 mojarrillas
La vez en que te fuiste, en que extrañe.

La noche, la noche, la noche
Mientras espero solo hoy
Y no en aquel diferente día,
Hoy amo
Ante, y solo ante, aquella sincronía

jueves, 15 de mayo de 2008

Mutis hacia el Cusco

Quedan por aquí
La ansiedad revuelta con la pereza
De la cama con muchos años
En un sol sincero de reencuentro

La pregunta va saltarina
Furibunda juguetona
Entona rayos
Impalpable calor del 15 de mayo

Acusados de mil planetas
Prisión intransitable
Para un hidalgo entumecido
En su luctuosa añoranza

Semifusa

Cristal con sus reflejos y un jardín tranquilo
La mecedora cruje como la casa
Y todos sus maderos en apretones de mayo

El café se va desesperado
Se guarda solo en la despensa
Me deja la sala infinita para mí

La taza tiembla
Comienza Tiersen desde el cuarto de al lado
Sufre el lago de la memoria
La piedra en su fondo
Foso, el paseo de ángeles y diablos
Siete

Más de la misma casa
La cucharita en la alfombra
Transita un pájaro, la hoja se deshoja
Pulsada ascendente
La taza vacía

Quedan meses y ya comenzó el desenfreno
Turbia cascada, miel de tus ojos en las grietas de la calle

Fineza, un segundo

Te congelas de nuevo frente al mismo ordenador
Estás exquisita
Un pie más cerca
El pasado hace su danza
Invade, se obsesiona con tener un pote de gelatina
Recién helada

El último piso

Arde la poesía aún en ese leño
La chimenea se queda sola en casa
Un solo hilo de humo que se pierde
Al afrontar el mundo fuera de todo
Por sobre los techos de toda la ciudad

Un cuerpo tiembla nervioso
Bajo unas sábanas en mitad de la sala

Miserables testigos
Hacen forma de daga dentro de mi conciencia
Soy el daño
Soy la urbe parasita de los opuestos

Tenía un corazón

Las mutaciones y más manchas viejas sobre el papel
Lo van dejando deforme, inválido
Ante una luz que no acepta concurrencia
Metamorfoseado
Soy el diablo del amor
Aprendí a dominarlo
Y emprendí el camino hacia el basural
Ser degollador de los vecinos

Tengo minutos nada más
Seguiré siendo germen
Y tendré horas encima

Cánsate
Acaba diciendo el ogro

Intento volver
Pero sigo balanceando mi cuerpo en la línea de meta
Donde el cuerpo vagabundea por entre sombras

Los leños al fuego
La cena
La compañía

Quiero tanto dormir en lo eterno
Otra vez la madrugada
Adicto a lo peor
Y no te nombro como inmensidad
Mis esfuerzo por caer

No se logra vislumbrar el final de dicha espiral
Y puedo seguí aquí,

Aquí
Donde se acaban
Tejidos que envuelven un bebé dueño de mortalidad
(Espero haber acabado ese enjambre y haber sobrevivido al mismo tiempo)

¿Hasta que punto soy yo?

miércoles, 30 de abril de 2008

Fauna citadina

El corazón se desliga de la última vena
El sol abraza, la mirada está perdida
Todo gira, el movimiento sabatino
La prisa, los añicos de anoche
De un automóvil que dejo los vidrios
Entre las trizas para el día

Los gallinazos de la avenida
Traen sus juegos de muerte
Sobre las cabezas de la ciudad,
Las copas de los árboles
Tienen escondites para las aves pequeñas,
Se empeñan para investigar
Cual será la próxima bestia

Va el cemento olvidado
La historia de cada muro
Se pierde muy por debajo
De la última mano de pintura,
Es ahí donde está la hélice faltante
Los carruajes de la gente
Los rayos de sol desmenuzables

Las ligeras trochas y sombríos
Son cada vez mas parte de este apuro,
En huelga la escasa calma
Solo les queda a los afortunados,
A los que no sucumbieron
A ser la cima piramidal,
A los mendigos de sueños
Entre la maleza tupida de desconsuelo
Que es la ciudad en cualquier punto cardinal

martes, 29 de abril de 2008

Latidos firmes entre la neblina

(Los locos de verdad algún día tendrán su espacio por aquí )

Toda mi bondad se va junto a ti,
Me volveré caballero del mal
Citadino constructor de guerras
Me sumergiré en toda mi rabia
Y la represión de los días
Querrá estallar las cadenas,
Pero el lobezno herido
Gemirá entre las sombras

La luz morada de la bofetada
Y queman las sienes,
Calabozo tan muerto
Como las cabezas que ruedan cerca
Y cada vez más son los que se dejan
Al abandono

El infierno no es magma, el infierno
Es la sangre, el desenfreno de las almas
Que quedaron herméticas, invalidas
Que perdieron la música de los árboles

La entrepierna de la sociedad
Es una primacía, un acto primate
Un desencajado cuadro

Los locos
De las palabras y miradas
Como frutales trilces
Quedan convertidos en parásitos

viernes, 25 de abril de 2008

El día se afirma

Me escalo a mi mismo
Me trepo hasta la coronilla
Me canso de mí
Me vuelo como desaparece
La pequeña ave
Cuando se asoma la cabeza
A la ventana en la mañana.
La manzana entera queda aún
Despierta conmigo
Y los que estén por perderse
Aseguren su cima
Su propia colina.
Acribillada la penumbra
El sol surge como atisbo de recoveco
Ese polvillo en el aire
Que deja entrever
La sola ráfaga de luz.
Los matices son acorralados
El día se afirma
Entre sus promesas de final
Y sus intuiciones de cobardía
La espiral teje pegajosa
Su telaraña de palabras.
Me queda la puerta
Intriga hasta ubicada en el pasado
Me queda el rezago de la noche
El ímpetu de nuevas paredes
De cielos traspasados.
Pero el día se afirma
Dramático sobre los minutos
Un diccionario de pendientes
Los mosaicos de mi memoria
Un gran ajedrez terrateniente
Con sus rosas rajadas
Y sus cascadas y lagos.
El juego de la guerra
Elevado entre mis autobocetos,
El inventor del sol
Está en fuga,
El día
Se afirma
Pálido de miedo
Y tan calido como el marrón del otoño
Que se difumina por el valle
Y se pierde
Se pierde
Serpiente que se parte
Queda inerte.
El peligro ha pasado
Día a día
Y ya no tiene de donde aferrarse,
Lo único que se afirma
Es un aguacero de noche,
Pero entre ambos
No existe ninguno de ellos
El día se perderá en la noche
La luna se perderá en el sol
Existimos solamente los dos
En mis sueños
Escasos
Para cualquiera

jueves, 24 de abril de 2008

Retornos posibles

Tengo que partir ahora
Debo dejar el congreso del tiempo
Atar bien las mantas
Triturar los papeles de más
Disfrutar la última brisa de la tarde
Y echarme a repetir los sueños

No es que me este perdiendo
No es que vaya a ser isla
Tan solo es un momento
Es navegar y encontrar la perla
Observarla desde el diminuto submarino
Aprender de sus luces
Presentir sus texturas

Y talvez en ese extraño retorno
La locura esté en la armonía
Y tú necesites una pluma, aun

domingo, 20 de abril de 2008

Mueranse de amor... si pueden

Estoy loco, más y más loco, me perturba lo hiriente de mi propio cuerpo. Llora, lame tus lágrimas que están reventando contra la pared, espera, date cuenta de que los muros solo atajan dentro de la ciudad, acribilla tu cuerpo sobre la soledad de una pradera. Espérame, tengo la mueca menos indicada, carcome todo lo que soy, gato negro de enero, aun sigo en enero, oscuro en la vertiente del río, denso como la brea, como la desilusión. Alguien acompáñeme hasta el infinito, mi infinito infierno de amor. Al fin cupido yace muerto y desangrado, sus venas explotaron contra los peñascos de lo efímero. Es una cruel despedida de mi mundo y mis secretos no serán los de antes, mis rencores serán crujientes y alcohólicos, mis deseos cobraran venganza sobre la mohosa Lima. Mi furia, mi ira, mi desconsuelo. Cupido sigue tendido en el suelo, en la celda que hoy le construí dentro de su reino para no volver a verlo a los ojos. No tengo espejo para ver mi sudor, mi desenfreno, mi cuerpo con la daga al costado después de suicidarse creyendo así volver al amor en serie, y quebrar mi espalda como un muñeco al que se le da cuerda. Rota la nube, la humedad, el aire, destruyéndose la ciudad, el horizonte marino y el asfalto cobrándose el futuro, se estrella mi cráneo, volteo, te miro, la culpa no existe, yo siempre fui el germen, el virus, una larva asquerosa de la sociedad mas sucia, de la nada absoluta. Planeta soy y mi muerte anda. El sonámbulo disfruta su paréntesis de vida, y cuando sale, sin figura ni sombra, trepa hasta la soledad más alta. Infinitas puñaladas a cupido, el veneno a todas sus flechas, un asesino en el edificio más alto de la guerra. La muerte. Mi amor esta sonando a la hoguera. Arde toda mi alma para perderse en el humo y no interrumpir su ritmo. La damisela, mi damisela es un multicolor ocaso por mi culpa. El guerrero al fin es encarcelado, por haberse matado a si mismo.

sábado, 19 de abril de 2008

Iniciando nuestro mundo

Imagínate que en el mundo
Nos quedaran los instantes
Y que aun estuvieran
Esperando a las naves

Pero puedes empezar a creer
Que el mundo gira de cabeza y sin lugar
Que las ramas del universo
Se han olvidado para siempre
Que existimos en el meollo de alguna galaxia

Imagínate que prefiriésemos
Estar mas cerca entre nosotros
Y que las nubes no entrecortan la distancia
Que no dan vuelta los ombligos
Hacia nudos más perversos
Que la distancia con la luna

Traspasamos entre todos esa batalla
De estar de pie y no ser auras
Que se esfuman en la nada

Qué es mi armario
Un cernícalo de nieve que traspasa la mañana
Y que espera salir pronto
Y toparse con las aguas
Esgrimir en el futuro
Un poquito mas de nada
Entrever en el presente un escudo y una espada
Es mi armario que se tiñe
De mi sangre recorrida
Es la puerta que se escapa sin salida
Y quien se tope con el cofre
(No lo abra: escorpiones y telarañas
Miedos y purpúreos quedan
Aun despiertos entre las hojas)

La gran esfera
------------Rota------------
------Rato-------Ruta------
Reto--------------------Rito
Rata--------------------Roto
------Reta-------Rote-------
-----------Mundo-----------

Pero cuéntame lo que pasa
Que algo (mucho) me queda todavía
Para sobrevivir contigo

La eternidad es efímera
Y nuestras palabras
Ocupan menos que un segundo

Pero los secretos
La mágica túnica de con numerosos universos
Se cuentan con las miradas
Con excursiones en la mente del otro
Y con señas de chocolate entre los sentimientos

Y el mundo vuelve a rotar

viernes, 18 de abril de 2008

Encorazonados

Mi esperanza esta saciada
Criatura de cuarzo
Aglutina el rasgo de sangre
La espada corre a otros rumbos
Y tú eres mi suerte, mi fuerza
Maga que disipó el ocaso
Casi engañas mi cuerpo
En cuanto nos perdemos de vista
La puñalada es cruel, pero el corazón
Una pirámide erguida, completa
Surca y surca, como buen sendero
Una vocal que desgarrará el cielo

jueves, 17 de abril de 2008

El Naufrago

Mínimo es lo que llega a mi naufragio, pero tanta herida monótona hizo que emprendiera el viaje. El mar, el sabio mar, movía la barca y lentamente las aguas tendían a un nuevo camino, ya no eran las que me abandonaron alguna vez y, por el contrario, se tornaban nítidamente tiernas. El turbio amanecer trajo la neblina y detrás de ella una tierra que aun lejana dejaba entrever un paraíso. La marea aumentaba, el oleaje acariciaba la barca llevándola a un movimiento sideral. El muelle de madera, musgoso y añejo, surgía con el dulce atardecer, naranja y prisionero de la utopía más sutil y abrasadora. Cuando el escaso margen se desvanecía, la isla vibro con la fuerza sanguínea capaz de contener dos corazones y se volvió el mundo. Transformado el sueño en tacto de miel, asomo la cabeza desde el muelle: el final. La ultima gota de naufragio se dejó caer en tus brazos, abriste tu alma, abrigaste mi esperanza con tu sonrisa y me dejé caer, para naufragar de nuevo, para siempre, en tu nube.

lunes, 14 de abril de 2008

Urge verte

La luna vuelve a tener piel, mecerse en esos roces que al fin tienen por esperanza la dulzura, el abrazo, eterno como el árbol de cualquier jardín de niñez. Íbamos creciendo, sin saber porque, sin tener, sin ver, sin oler, sin muerte, y aun no conocíamos nada. Pero la colisión de dos mundos, los restos hechos meteoritos iban a llover al amor como un sin nombre, sin tiempo, sin etcétera por recorrer; era cruda la lluvia fértil, era densa la gotera que nos iba absorbiendo, viéndonos sin sustituir nuestro ojos, escudriñando el ultimo filamento vivo de tu pupila, careciendo de alas si dejas hueca mi hoja. Eres abrazo, eres tan mía como yo soy tuyo, de pronto es un solo cuerpo que agregar puntos suspensivos e intercambia sus vibraciones cerebrales, sus flujos sanguíneos, nuevos, alcanzando todo el horizonte. Quimera sin fin, rétame al gran juego, anudemos nuestras almas bajo el capullo constante de una oruga.

sábado, 12 de abril de 2008

Escondites en tu almohada

Rincón para nosotros
Una enredadera que florece
Abraza la cuadra
Pasa sus dedos por entre los cabellos
Que empiezan a reposar, dormitar,
Enternecer

Gota estupefacta
Como la lágrima alegre
Tejiendo de a pocos
Los escondites en tu almohada

Refugio, fotografía como una huella
Acompañando el despegue
De un cuento sin final

El segundo retrato
Se busca a si mismo en la esperanza
En la gran batalla
Defendiendo su trinchera
Su necedad bella sobre las musas