viernes, 25 de diciembre de 2009

Vacaciones

Pocos y queridos lectores:
Por cuestiones del sistema emocional de su alguito responsable intento de escritor, este blog se va de vacaciones.
Prometo compartir durante los proximos tres meses algunos textos mios del 2006 y 2007, pero por motivos de "fuerza mayor" (es decir... musas que aparecen y quieren quedarse en el cotidiando sentimiento) no podre ofrecerles textos de este tiempo. Suena poco relevante contarles esto, pero prefiero dejarlo claro para ser honesto con los pocos seguidores que tanto me alegran el alma.
Las vacaciones, como es lógico se sabrán finalizadas con otro post que diga "Fin de vacaciones"
Un fuerte saludo navideño para todos
Y muchas gracias por todo

sábado, 28 de noviembre de 2009

Mufis dorada

Por fin, en el encuentro de mi mufis de los tiempos dorados, de los palpitares dorados, un rincón de pupilas echadas al mar, se enmudecen al abrir un cajón de tu estar temerosa, como primer beso que abriga a los náufragos, siendo yo el único que ha perdido su barca. Al tantear en esa mirada llena y plena de alegría el acercamiento de la melodía curiosa y fiel a los planetas de una mera banca de mi infancia, el acercamiento estratégico y nunca calculado de un beso, tus manos van a tus labios. Tus manos se quedaron en tus labios con un susurro de mi nombre, se quedaron en ellos, no como un detente, talvez si como un qué estás haciendo, pero de seguro como ya habrá tiempo después, mil malecones más para nosotros.
No fue rencor de los primeros guías entre lucidos ojos ataviados de la página de un Cortazar, o un buen Floridor Pérez más mundano que citadino. Eran luces amarillas al interior de la casa, una reunión que desaparecía porque nadie de aquí y nadie de allá pensaba el otro, éramos solo nosotros, yo mirándote sin importar el fondo de la casa y un cerro perdido, y tu, mirando de antemano el mar, que se fue perdiendo en el barranco de tus propias sonrisas, como fluir continuo de una charla que no se parece a nada, que eras tu, mufis dorada.
Sentados en el suelo, y ante tus manos sobre los labios, mis manos cobraron la fuerza tierna de amarrar tus muñecas, como flores de tu cuadra, como pétalos sutiles. Talvez en ese momento pude decirte todo y recaer en una ofensiva triunfante, pero mis palabras de detuvieron mirándonos cerca, ahí hicieron del tiempo la magia, de la tensión una diadema de ternuras, y de ti mi musa, mi futura musa…
Te lo dije y tuviste ganas de besarme, un desarme de las encrucijadas por la desaprensión de unos pocos versos que nunca fueron míos, porque solo eras mi mufis dorada y eso podía significar todo.
La historia, como todas las que son bellas, no acaban entre el despertarse de una carta de mármol llamada sueño que está dispuesta a aplastarte. La historia, es un dormir despierto, entibiarse en los recuerdos, un sueño más mi mufis dorada, curvilínea que entre mis peñascos que son también sonido, me vuelven a sumergir, como inventario que ya decidirá dejar de invernar cuando el tiempo llegue.
Me desvanezco en el mar, como jugar con tus muñecas entre pétalos y ser como dos, un tejido sin mes aparente.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Sin más ciudad

Una vez que apareció la floresta
Todos sus párpados y sobregiros
Como extintos entre la piel
Hicieron de sus pupilas
Dos clases de aretes
Los de una mañana frente al espejo
Cavidad temporal de miel con sol,
O los de agujetas de zapatos
Frente al lodo grumoso y raspante
En un reflejo difuso
Chocolatito
Apuntado sobre mi rodilla que esperaba a Vallejo
Que tendía puente de mi codo
(Pequitas, tu pecadora desnudez)
Hasta mi mano
Mano a mano
Con la librería de la esquinita
Olvidad detrás de ese
Chocolate
Retomarnos, picaroneras
Imperios, sin bomberos
Bombardas de un domingo
Aquejados y sin ciudad
Aquejado y sin ti
Tibio murmurar aledaño
Una uña cortada
En la orilla de mis sabanas
Mi barbilla sobre tu sonrisa de primaria
Mi rodilla cortada como la mejor coartada
Detenido
En ese trozo más mío
Como mi propia uña
O un fragmento de ella
¿Ella o mi uña?

domingo, 15 de noviembre de 2009

Seres de piedra y arena

Con la poesía me reencuentro cuando veo una postal cubana con el Che sonriendo, con cigarro en mano y luego entre los miles de gatos casi simbólicos de mi cuarto surge la comedia con un Chaplin ensimismado en su alegría para luego compartírmela por dosis, a veces exactas, a veces austeras, y comprendida cuando decide que el es un tipo que exagera.
Mi malecón señorita de esos ojitos con reflejo de atardecer, mi malecón no se lo robe, que arde entre los peñascos un frío de inviernos cuando te lo robas. Pero si lo dejas ahí, mi bicicleta andará campante por las tardes, sin importar que fuere el invierno mas crudo, con la compañía de una orilla a la que acuden seres de arena y sal, hombres de la voluntad que mi abuelo solía tener.
No me recuerdes la escopeta del Che. Vallejo no está en crisis frente a mí en el estante.
Cállate. Borges si concuerda con esa orilla, ese malecón, con sol, sin él, frente a mi con sus paginas abiertas y desde el escritorio, con chocolates o apoyado contra un poste, en la postal del único niño de la playa, o hasta en el mismo poste contra el que me apoyo un antiguo pescador marcó su cara sin saberlo, solo que el viejo sabio, que era…
Y finalmente que fueron ambos.
Puesto entre mis anclas como sandalias desnudas del cuero de m propia piel, el horizonte, tibio o turbio, susurra que no quiere que llegues a robarte mi malecón…
Solamente, si lo haces, dibuja a Luchito en el siguiente poste de donde se encuentra Borges, talvez tengan de que hablar. Si te robas mi malecón, no te olvides que solo puedes robarte la primera palabra, porque seguirá siendo malecón y ahora, nuestro. Pero tampoco te olvides de hacerle cariño al perrito que reposa junto a la banca, esperando a que su ser de arena acabe después de veinte minutos su labor entre las piedras de mar. Cuando un anciano, el mismo de todos mis malecones enciende su sonoro cassette con Vivaldi o Mozart, pero mejor si es el segundo para chocar contra las brisas. Termina siendo curiosa esa melodía entre el viento y la música que rozan tu pelo cuando tus labios rozan mi mejilla y te robas, de la única manera mágica, mi malecón.

domingo, 18 de octubre de 2009

Persianas y puente

A: Tú no sabes lo que es extrañarte
B: Claro que lo se, ¿nunca has sentido que no eres tu mismo?
A: Se a que te refieres, ríete de mi si te viene en gana, igual mi desgano persiste en tu encanto… tu encanto de ausentarte, eso si hiere
B: Tu no sabes lo que es el dolor, yo me pierdo cuando tu me hieres (jajaja), con tu floro barato de reciprocidad, redistribución, karma… da lo mismo
A: Eres conciente que el karma si existe, desiste de decirme que no. ¿Viste el mensaje que puse en la pared de abajo del puente?
B: Sabes muy bien que ya no voy para allá sin ti, deberías estar…
(Entra C, recibe dos miradas desajustadas)
C: Siempre, siempre, siempre…
B: No digas nada
A: Sabes muy bien que tú eres la que no debe decir nada
C: (mira a los dos, que vuelven a alzar la voz y mirarse a los ojos)
B: ¿Acaso quieres que le diga la verdad? (señala a C)
A: Yo ya le dije la verdad
B: Esa es tu verdad
A: La verdad es una sola
B: Siempre confías más en tu subjetividad que en la del resto…
C: (Susurrando y prendiendo un encendedor) Nunca, nunca, nunca… (C sale de escena)
A: Ves, se fue porque ya sabía todo
B: Se fue porque sabe que no permitirás que de mi opinión
A: Ya ves, solo tienes opiniones, nunca sabes la verdad…
B: (Hace un movimiento de renegar y acabar la conversación con los brazos y se sienta en una silla)
C: (Entreabre la puerta y asoma la cabeza): Me fui siempre y nunca, ella está a punto de llegar. Me encanta ver sus ojos entre las persianas de la casa de… (Cierra la puerta y se va)
(Silencio. B tiene la cabeza gacha y nunca las despegó)
A: A veces pienso que debería ir a ver sus ojos también…
B: Vete
A: Dije a veces
B: Yo no te explique porque quiero que te vayas, nunca dije que fuera por eso, asumes tantas cosas
A: Como asumo que tengo libertad de quedarme
B: Perdón, debí decir “hay tantas cosas que no deberías asumir”
(Entre R en escena)
B: (se abalanza sobre R y la abraza) Que lindo verte
A: (Se sienta en la silla que había desocupado B y dice imitándola) “Hay tantas cosas que no deberías asumir”. ¿Volvemos a lo nuestro?
B: (Dirigiéndose a R) Ves, ni le importa tu presencia, talvez ni siquiera le importa la mía. Solo quiere un interlocutor para escuchar más de lo que él dice y argumenta
R: (Se dirige a A) Hola
A: (No responde)
B: (Le dice a R) ¿Nos vamos?
R: Si, si
B: (coge sus cosas y sale con aire de otoño trunco)
R: Chau, chau. (Sale, cierra la puerta) (Entreabre la puerta y asoma sus ideas) No te preocupes, la llevaré a abajo del puente.
A: (Se queda con las palabras en la punta de su voz, con una mano estirada para declamar algo y se cierra la puerta)
(Se apaga la luz)

(Se prende la luz)
C: (de par en par la puerta, arremete en escena y con efusividad empieza a dar vueltas alegres en torno a A) ¿Viste sus ojos? ¿Los viste? Si, si, sus ojos… entre las persianas ¿Los viste?
A: (Sin hacerle mucho caso y refunfuñando) La llevaran a ver la pared…
C: Sus ojos, entre las persianas, sus pupilas, su pupiletras de colores… sus ojos, las persianas, hoy
A: La pared, debajo del puente, arco iris, no hay puente, solo hay mar, la pared
C: Sus ojos
A: Aquella frase
H: (Desde el cuadro) Vámonos
(Salen todos de la habitación, apagón)

R: (Duda y se esconde, entra en escena, pasos ocultos, sigue y sigue)
R: La lleve, debajo del puente
R: Tenía que ser así, recientemente, ellos
R: Un arco iris, un mar, sin puente, la pared… siguen siguen (da más vueltas por la habitación)
R: Me voy, ya vio la pared, se tienen, me voy, no existe el puente.
(Pausa, se acerca al cuadro vacío, lo mira con atención)
R: ¿Cómo son mis ojos? (Sale corriendo de las cuatro paredes que si existen y azota una puerta que tose)
(Noche sin luna)

(Sale el sol, entra B)
B: (da vueltas, mira la habitación, prueba posiciones, posturas, cuadros, encuadres, las luces, recorre)
B: (Aferra una luz amarilla y sonríe. Saca un papelito pequeño y lo lee) “Hay, después de todo, una pared desde donde tenemos un solo kaleidoscopio”
B: (Ajusta su garganta, vocaliza un grito inaudible, repite gritando sonoramente…) ¡No hay puente!
B: Me basta el kaleidoscopio, mi pared, nuestra pared (Señalando) Si, nuestra.

(Dulce apagón)
H: (toma posición en el cuadro tropezándose) Si, sus ojos, mis persianas. Ya le dijo como son sus ojos. Ya sabe como son sus ojos. Pese a todo, siguen siguen siguen siendo mis persianas.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Olfato de sensaciones

Después, hoy puedo acurrucarme
Tendré que temerle a esta venida del tiempo
Cálida y entre sábanas, temerle
A tus ojos
Tus largos desafíos

Entre ese tipo de mareas, quiero dejar
Mi forma de marinero constante
Entres las islas, entre el pasado.
Por fin, con el tesoro que me aborda
Trópico de una mirada
Tesoro de las fauces de imágenes quietas
Me bastas, para dejar de ser marinero

Pantallas, tu intuición como una jauría
Que mi cuerpo propio entabla
En aberración fortuita a la vida
Aferrarse entre algunos trozos de piel
Como edificios solos
Diálogos para que mi cama vuelva
A extraviar sus límites
Vuelva a perder sus inicios, vuelva
Antídoto a mi pensar constante

Quedan más pecas, luz reflejo de luz
Para cuando tú quieras
Yo, curva de intriga, solo descanse un poco
Rulos (si a nada mas se reduce) para ti,
Septiembre… enjambre de versos (dulces)
Palabras, en la tarde, si me buscas

domingo, 28 de junio de 2009

Si todos se fueran...

Si Sabina dejara de estar contigo y tu no le siguieras robando sus abriles
Si Silvio (el otro) dejara de hacerte óleos con tu perfección de mujer (y sin sombrero)
Si Delgadillo no fuera Romeo cuando trepa a tu balcón de Julieta y ya no te enviara cartas hasta Francia
Si Daniel F dejara de cantarte, como Ubiergo, que sus letras son por ti, que aún tienes alas para volar
Si Fito dejara de darte todo porque dar es dar, porque no le importa tu forma de actuar a las 11:06 de cualquier mañana
Si Calamaro dejara de ser el propietario de tus lados mas calientes y el vagabundo de tus lados más profundos
Si Drexler antes de ti hubiera sido lo que es y siguiera su rumbo transformando todo



Si todos dejaran de estar, yo seria yo, y talvez, yo seria algo en ti…Si todo fuera así, todo sería silencio, porque yo ya no tengo más que decir
Solo
Solamente
Yo soy yo… ¿quieres ser, aquí, conmigo?