domingo, 18 de octubre de 2009

Persianas y puente

A: Tú no sabes lo que es extrañarte
B: Claro que lo se, ¿nunca has sentido que no eres tu mismo?
A: Se a que te refieres, ríete de mi si te viene en gana, igual mi desgano persiste en tu encanto… tu encanto de ausentarte, eso si hiere
B: Tu no sabes lo que es el dolor, yo me pierdo cuando tu me hieres (jajaja), con tu floro barato de reciprocidad, redistribución, karma… da lo mismo
A: Eres conciente que el karma si existe, desiste de decirme que no. ¿Viste el mensaje que puse en la pared de abajo del puente?
B: Sabes muy bien que ya no voy para allá sin ti, deberías estar…
(Entra C, recibe dos miradas desajustadas)
C: Siempre, siempre, siempre…
B: No digas nada
A: Sabes muy bien que tú eres la que no debe decir nada
C: (mira a los dos, que vuelven a alzar la voz y mirarse a los ojos)
B: ¿Acaso quieres que le diga la verdad? (señala a C)
A: Yo ya le dije la verdad
B: Esa es tu verdad
A: La verdad es una sola
B: Siempre confías más en tu subjetividad que en la del resto…
C: (Susurrando y prendiendo un encendedor) Nunca, nunca, nunca… (C sale de escena)
A: Ves, se fue porque ya sabía todo
B: Se fue porque sabe que no permitirás que de mi opinión
A: Ya ves, solo tienes opiniones, nunca sabes la verdad…
B: (Hace un movimiento de renegar y acabar la conversación con los brazos y se sienta en una silla)
C: (Entreabre la puerta y asoma la cabeza): Me fui siempre y nunca, ella está a punto de llegar. Me encanta ver sus ojos entre las persianas de la casa de… (Cierra la puerta y se va)
(Silencio. B tiene la cabeza gacha y nunca las despegó)
A: A veces pienso que debería ir a ver sus ojos también…
B: Vete
A: Dije a veces
B: Yo no te explique porque quiero que te vayas, nunca dije que fuera por eso, asumes tantas cosas
A: Como asumo que tengo libertad de quedarme
B: Perdón, debí decir “hay tantas cosas que no deberías asumir”
(Entre R en escena)
B: (se abalanza sobre R y la abraza) Que lindo verte
A: (Se sienta en la silla que había desocupado B y dice imitándola) “Hay tantas cosas que no deberías asumir”. ¿Volvemos a lo nuestro?
B: (Dirigiéndose a R) Ves, ni le importa tu presencia, talvez ni siquiera le importa la mía. Solo quiere un interlocutor para escuchar más de lo que él dice y argumenta
R: (Se dirige a A) Hola
A: (No responde)
B: (Le dice a R) ¿Nos vamos?
R: Si, si
B: (coge sus cosas y sale con aire de otoño trunco)
R: Chau, chau. (Sale, cierra la puerta) (Entreabre la puerta y asoma sus ideas) No te preocupes, la llevaré a abajo del puente.
A: (Se queda con las palabras en la punta de su voz, con una mano estirada para declamar algo y se cierra la puerta)
(Se apaga la luz)

(Se prende la luz)
C: (de par en par la puerta, arremete en escena y con efusividad empieza a dar vueltas alegres en torno a A) ¿Viste sus ojos? ¿Los viste? Si, si, sus ojos… entre las persianas ¿Los viste?
A: (Sin hacerle mucho caso y refunfuñando) La llevaran a ver la pared…
C: Sus ojos, entre las persianas, sus pupilas, su pupiletras de colores… sus ojos, las persianas, hoy
A: La pared, debajo del puente, arco iris, no hay puente, solo hay mar, la pared
C: Sus ojos
A: Aquella frase
H: (Desde el cuadro) Vámonos
(Salen todos de la habitación, apagón)

R: (Duda y se esconde, entra en escena, pasos ocultos, sigue y sigue)
R: La lleve, debajo del puente
R: Tenía que ser así, recientemente, ellos
R: Un arco iris, un mar, sin puente, la pared… siguen siguen (da más vueltas por la habitación)
R: Me voy, ya vio la pared, se tienen, me voy, no existe el puente.
(Pausa, se acerca al cuadro vacío, lo mira con atención)
R: ¿Cómo son mis ojos? (Sale corriendo de las cuatro paredes que si existen y azota una puerta que tose)
(Noche sin luna)

(Sale el sol, entra B)
B: (da vueltas, mira la habitación, prueba posiciones, posturas, cuadros, encuadres, las luces, recorre)
B: (Aferra una luz amarilla y sonríe. Saca un papelito pequeño y lo lee) “Hay, después de todo, una pared desde donde tenemos un solo kaleidoscopio”
B: (Ajusta su garganta, vocaliza un grito inaudible, repite gritando sonoramente…) ¡No hay puente!
B: Me basta el kaleidoscopio, mi pared, nuestra pared (Señalando) Si, nuestra.

(Dulce apagón)
H: (toma posición en el cuadro tropezándose) Si, sus ojos, mis persianas. Ya le dijo como son sus ojos. Ya sabe como son sus ojos. Pese a todo, siguen siguen siguen siendo mis persianas.

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