viernes, 25 de abril de 2008

El día se afirma

Me escalo a mi mismo
Me trepo hasta la coronilla
Me canso de mí
Me vuelo como desaparece
La pequeña ave
Cuando se asoma la cabeza
A la ventana en la mañana.
La manzana entera queda aún
Despierta conmigo
Y los que estén por perderse
Aseguren su cima
Su propia colina.
Acribillada la penumbra
El sol surge como atisbo de recoveco
Ese polvillo en el aire
Que deja entrever
La sola ráfaga de luz.
Los matices son acorralados
El día se afirma
Entre sus promesas de final
Y sus intuiciones de cobardía
La espiral teje pegajosa
Su telaraña de palabras.
Me queda la puerta
Intriga hasta ubicada en el pasado
Me queda el rezago de la noche
El ímpetu de nuevas paredes
De cielos traspasados.
Pero el día se afirma
Dramático sobre los minutos
Un diccionario de pendientes
Los mosaicos de mi memoria
Un gran ajedrez terrateniente
Con sus rosas rajadas
Y sus cascadas y lagos.
El juego de la guerra
Elevado entre mis autobocetos,
El inventor del sol
Está en fuga,
El día
Se afirma
Pálido de miedo
Y tan calido como el marrón del otoño
Que se difumina por el valle
Y se pierde
Se pierde
Serpiente que se parte
Queda inerte.
El peligro ha pasado
Día a día
Y ya no tiene de donde aferrarse,
Lo único que se afirma
Es un aguacero de noche,
Pero entre ambos
No existe ninguno de ellos
El día se perderá en la noche
La luna se perderá en el sol
Existimos solamente los dos
En mis sueños
Escasos
Para cualquiera

1 comentario:

Chero Malpartida dijo...

miiii poeeeeeetiizoooo!!!... =)...

tú y tus poemas...
tú y tus abismos...
tú y tus luces...
tú y tus sonidos...
tú y tus mil mares...
tú y tus mil murallas...
tú y tus pestañas...

tú y tu amistad de fuego!
esa de la cual no se xq rayos jamás me atrevería a dudar!!