jueves, 15 de mayo de 2008

El último piso

Arde la poesía aún en ese leño
La chimenea se queda sola en casa
Un solo hilo de humo que se pierde
Al afrontar el mundo fuera de todo
Por sobre los techos de toda la ciudad

Un cuerpo tiembla nervioso
Bajo unas sábanas en mitad de la sala

Miserables testigos
Hacen forma de daga dentro de mi conciencia
Soy el daño
Soy la urbe parasita de los opuestos

Tenía un corazón

Las mutaciones y más manchas viejas sobre el papel
Lo van dejando deforme, inválido
Ante una luz que no acepta concurrencia
Metamorfoseado
Soy el diablo del amor
Aprendí a dominarlo
Y emprendí el camino hacia el basural
Ser degollador de los vecinos

Tengo minutos nada más
Seguiré siendo germen
Y tendré horas encima

Cánsate
Acaba diciendo el ogro

Intento volver
Pero sigo balanceando mi cuerpo en la línea de meta
Donde el cuerpo vagabundea por entre sombras

Los leños al fuego
La cena
La compañía

Quiero tanto dormir en lo eterno
Otra vez la madrugada
Adicto a lo peor
Y no te nombro como inmensidad
Mis esfuerzo por caer

No se logra vislumbrar el final de dicha espiral
Y puedo seguí aquí,

Aquí
Donde se acaban
Tejidos que envuelven un bebé dueño de mortalidad
(Espero haber acabado ese enjambre y haber sobrevivido al mismo tiempo)

¿Hasta que punto soy yo?

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