jueves, 26 de febrero de 2009

Cuerpos en el azulejo rincón de una noche (sin promesas)

Carismática lectura de los abrazos grises que se sublevan al compás arrítmico de las hojas sobre el viento.
Vertientes que de alguna manera han pasado a llamarse surrealistas del sur real en el pasado que les fue causa
Almíbares de los bordes de una copa que rodó desde tus labios al final de la fiesta en un acertijo solitario en la pista de baile sorprendentemente en pié
Una semilla volátil se estrecha al camino tras el taxi zumbante en una ranura abierta del empedrado de la calle, pero volviendo al taxi ya no te encontré tan solo firme tu mano sobre la mía escapándose por los escarpados movimientos de la noche
Mi casa apestará al humo de cicatrices, actrices y trizas de hojas
Apestará sobre el humo una dulce carne que no hiere mas que en su esclavitud al horizonte un fragmento del fragmento de lo que algunas veces llamamos nuestro
Corpulentos saúcos que tejieron un anonimato al jardín hoy se desvelan ante los gritos ahogados que no enmohecieron las ventanas que hasta ahora alzan un altar a su nombre
Terruños ojerosos que condescendientes a los brillos parpadeantes se estrujaron como paginas delincuentes a la sutil luna nubosa y de un mes inexistente
Turbado todo lo que quedaba del día pedimos clemencia en el rozar de su cuello.

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