Tengo más para nosotros
Lo aprendí de ti, de tu ausencia
Que se mecía en el recuadro
Nunca me gusto estar aquí
Menos estar aquí y ser aves
Con sus migraciones variadas
Si empiezo reflejarme de nuevo en los espejos
No querré…
Y que vuelvan las caricias del público
Las luces de la luna cuando caminamos
Cuando son sinceros y rebeldes
Cuando hago homenaje al pasado
Y si partieran a ser como todos
No quedaría el atolondramiento
Solo la calma que clama por volver
Se cierran en tus narices
Y la mente esta nuevamente en vuelo
El eterno domingo
Y dos horas a la tarde
Pasa con nosotros, nos envuelve frenética
La sencillez de tus ojos
Saber que los viajes tienen retornos posible
Que tienen sus…
Esperándote andaba
Dentro de los nuevo cuadernos
Atados para chorrear escasas palabrerías
Estanterías, y mueblecitos de dulces
Chocolates cuadrados y tiernos
A rayas el cielo al final de la tira cómica
Gris y grasiento, pero hoy, agraciado
Ahora los aviones son cualquiera
Y en la química del futuro
El chocolate se derrite en los labios
viernes, 30 de mayo de 2008
martes, 27 de mayo de 2008
La noche balanceada
Cuando mi cuerpo asistía a mi niñez aún tradicional, de trámite y alegre, no era capaz de quedarse más de un día despierto, salvo en las primeras fiestas de año nuevo en que uno se aferra al ejemplo de los mayores. Pero hoy es diferente, ya tengo 18 años, supuestamente estudio y pase de domingo para lunes como si nada, sin el abrir y cerrar de ojos.
En teoría hay muchas lecturas por delante y tenía serias intenciones de avanzar un poco, pero es fácil arrancarme la seriedad, y más todavía cuando tengo ganas de perderla. La historia de unos cuantos españoles en 1533 no era de mi agrado para esta noche, talvez nada era de mi agrado en esta noche, sólo el hecho de tirarme en mi cama, con pequeños y antiguos poemas, podía satisfacer las horas en que el cuerpo adquiría una rotunda negación de irse a dormir.
La lámpara permanecía encendida toda la noche, se incitaba, abofeteaba, daba de beber agua sin salida, penetraba la oscuridad de la media luna en un barrio que abandonare el sábado. Quisiera seguir llorando, saber que soy mucho menos que hace unos años me desgarra lentamente, no es solo transito por mis ideas, ahora ya es un hecho. Estoy cayendo, y mi sonrisa próximamente se paralizara como la ironía. A nadie le deseo vivir sin el despertar continuo, mi cuerpo, mis aromas en la memoria, los paisajes del caminante, caen en el cesto de la ropa, hoy estaban muy sucios, y ayer, y lentamente fueron enlodados por meses sin darme cuenta, ahora solo quiero saber como juega el futuro.
Hay una gatita, hay un ovillo de lana, y el hilo comienza con el cordón umbilical, y la vida se va paseando según como empujen y jueguen las patitas tiernas con una bola que suelta hilos de diversos colores en sus diferentes tramos, y se enreda, y cae por las escaleras, y se atraca, y la gatita deja de jugar con el ovillo, y la gatita vuelve un día, y otras veces se pierde todo, y volvemos por un mismo camino, y fin, y comienzo.
Comenzó a amanecer, un sol y una luna que no rozan mi habitación, perdidumbre.
En teoría hay muchas lecturas por delante y tenía serias intenciones de avanzar un poco, pero es fácil arrancarme la seriedad, y más todavía cuando tengo ganas de perderla. La historia de unos cuantos españoles en 1533 no era de mi agrado para esta noche, talvez nada era de mi agrado en esta noche, sólo el hecho de tirarme en mi cama, con pequeños y antiguos poemas, podía satisfacer las horas en que el cuerpo adquiría una rotunda negación de irse a dormir.
La lámpara permanecía encendida toda la noche, se incitaba, abofeteaba, daba de beber agua sin salida, penetraba la oscuridad de la media luna en un barrio que abandonare el sábado. Quisiera seguir llorando, saber que soy mucho menos que hace unos años me desgarra lentamente, no es solo transito por mis ideas, ahora ya es un hecho. Estoy cayendo, y mi sonrisa próximamente se paralizara como la ironía. A nadie le deseo vivir sin el despertar continuo, mi cuerpo, mis aromas en la memoria, los paisajes del caminante, caen en el cesto de la ropa, hoy estaban muy sucios, y ayer, y lentamente fueron enlodados por meses sin darme cuenta, ahora solo quiero saber como juega el futuro.
Hay una gatita, hay un ovillo de lana, y el hilo comienza con el cordón umbilical, y la vida se va paseando según como empujen y jueguen las patitas tiernas con una bola que suelta hilos de diversos colores en sus diferentes tramos, y se enreda, y cae por las escaleras, y se atraca, y la gatita deja de jugar con el ovillo, y la gatita vuelve un día, y otras veces se pierde todo, y volvemos por un mismo camino, y fin, y comienzo.
Comenzó a amanecer, un sol y una luna que no rozan mi habitación, perdidumbre.
lunes, 26 de mayo de 2008
Mi casa, durante el refugio de la orilla (Respuesta a Cesar Moro)
He caído en el mar
En su superficie con la mirada
En sus diamantes
Pequeños, salados
Con el tacto.
En las proximidades
Al final izquierdo de la playa,
La playa desierta,
Hay dos puentes, un arco, unos geranios
Un balcón de madera (mas bien una terraza)
Donde el tiritar de las peñas se escucha
Y detrás de ellos, detrás del vidrio
Un café caliente
Quizá la chimenea de invierno
El escritorio, mi soledad y los libros.
Los pastelillos con su aguijón
Los atardeceres
El recuerdo de 18 mojarrillas
La vez en que te fuiste, en que extrañe.
La noche, la noche, la noche
Mientras espero solo hoy
Y no en aquel diferente día,
Hoy amo
Ante, y solo ante, aquella sincronía
En su superficie con la mirada
En sus diamantes
Pequeños, salados
Con el tacto.
En las proximidades
Al final izquierdo de la playa,
La playa desierta,
Hay dos puentes, un arco, unos geranios
Un balcón de madera (mas bien una terraza)
Donde el tiritar de las peñas se escucha
Y detrás de ellos, detrás del vidrio
Un café caliente
Quizá la chimenea de invierno
El escritorio, mi soledad y los libros.
Los pastelillos con su aguijón
Los atardeceres
El recuerdo de 18 mojarrillas
La vez en que te fuiste, en que extrañe.
La noche, la noche, la noche
Mientras espero solo hoy
Y no en aquel diferente día,
Hoy amo
Ante, y solo ante, aquella sincronía
jueves, 15 de mayo de 2008
Mutis hacia el Cusco
Quedan por aquí
La ansiedad revuelta con la pereza
De la cama con muchos años
En un sol sincero de reencuentro
La pregunta va saltarina
Furibunda juguetona
Entona rayos
Impalpable calor del 15 de mayo
Acusados de mil planetas
Prisión intransitable
Para un hidalgo entumecido
En su luctuosa añoranza
La ansiedad revuelta con la pereza
De la cama con muchos años
En un sol sincero de reencuentro
La pregunta va saltarina
Furibunda juguetona
Entona rayos
Impalpable calor del 15 de mayo
Acusados de mil planetas
Prisión intransitable
Para un hidalgo entumecido
En su luctuosa añoranza
Semifusa
Cristal con sus reflejos y un jardín tranquilo
La mecedora cruje como la casa
Y todos sus maderos en apretones de mayo
El café se va desesperado
Se guarda solo en la despensa
Me deja la sala infinita para mí
La taza tiembla
Comienza Tiersen desde el cuarto de al lado
Sufre el lago de la memoria
La piedra en su fondo
Foso, el paseo de ángeles y diablos
Siete
Más de la misma casa
La cucharita en la alfombra
Transita un pájaro, la hoja se deshoja
Pulsada ascendente
La taza vacía
Quedan meses y ya comenzó el desenfreno
Turbia cascada, miel de tus ojos en las grietas de la calle
La mecedora cruje como la casa
Y todos sus maderos en apretones de mayo
El café se va desesperado
Se guarda solo en la despensa
Me deja la sala infinita para mí
La taza tiembla
Comienza Tiersen desde el cuarto de al lado
Sufre el lago de la memoria
La piedra en su fondo
Foso, el paseo de ángeles y diablos
Siete
Más de la misma casa
La cucharita en la alfombra
Transita un pájaro, la hoja se deshoja
Pulsada ascendente
La taza vacía
Quedan meses y ya comenzó el desenfreno
Turbia cascada, miel de tus ojos en las grietas de la calle
Fineza, un segundo
Te congelas de nuevo frente al mismo ordenador
Estás exquisita
Un pie más cerca
El pasado hace su danza
Invade, se obsesiona con tener un pote de gelatina
Recién helada
Estás exquisita
Un pie más cerca
El pasado hace su danza
Invade, se obsesiona con tener un pote de gelatina
Recién helada
El último piso
Arde la poesía aún en ese leño
La chimenea se queda sola en casa
Un solo hilo de humo que se pierde
Al afrontar el mundo fuera de todo
Por sobre los techos de toda la ciudad
Un cuerpo tiembla nervioso
Bajo unas sábanas en mitad de la sala
Miserables testigos
Hacen forma de daga dentro de mi conciencia
Soy el daño
Soy la urbe parasita de los opuestos
Tenía un corazón
Las mutaciones y más manchas viejas sobre el papel
Lo van dejando deforme, inválido
Ante una luz que no acepta concurrencia
Metamorfoseado
Soy el diablo del amor
Aprendí a dominarlo
Y emprendí el camino hacia el basural
Ser degollador de los vecinos
Tengo minutos nada más
Seguiré siendo germen
Y tendré horas encima
Cánsate
Acaba diciendo el ogro
Intento volver
Pero sigo balanceando mi cuerpo en la línea de meta
Donde el cuerpo vagabundea por entre sombras
Los leños al fuego
La cena
La compañía
Quiero tanto dormir en lo eterno
Otra vez la madrugada
Adicto a lo peor
Y no te nombro como inmensidad
Mis esfuerzo por caer
No se logra vislumbrar el final de dicha espiral
Y puedo seguí aquí,
Aquí
Donde se acaban
Tejidos que envuelven un bebé dueño de mortalidad
(Espero haber acabado ese enjambre y haber sobrevivido al mismo tiempo)
¿Hasta que punto soy yo?
La chimenea se queda sola en casa
Un solo hilo de humo que se pierde
Al afrontar el mundo fuera de todo
Por sobre los techos de toda la ciudad
Un cuerpo tiembla nervioso
Bajo unas sábanas en mitad de la sala
Miserables testigos
Hacen forma de daga dentro de mi conciencia
Soy el daño
Soy la urbe parasita de los opuestos
Tenía un corazón
Las mutaciones y más manchas viejas sobre el papel
Lo van dejando deforme, inválido
Ante una luz que no acepta concurrencia
Metamorfoseado
Soy el diablo del amor
Aprendí a dominarlo
Y emprendí el camino hacia el basural
Ser degollador de los vecinos
Tengo minutos nada más
Seguiré siendo germen
Y tendré horas encima
Cánsate
Acaba diciendo el ogro
Intento volver
Pero sigo balanceando mi cuerpo en la línea de meta
Donde el cuerpo vagabundea por entre sombras
Los leños al fuego
La cena
La compañía
Quiero tanto dormir en lo eterno
Otra vez la madrugada
Adicto a lo peor
Y no te nombro como inmensidad
Mis esfuerzo por caer
No se logra vislumbrar el final de dicha espiral
Y puedo seguí aquí,
Aquí
Donde se acaban
Tejidos que envuelven un bebé dueño de mortalidad
(Espero haber acabado ese enjambre y haber sobrevivido al mismo tiempo)
¿Hasta que punto soy yo?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)